jueves, 7 de junio de 2012
domingo, 3 de junio de 2012
Colegios Santo Ángel de la Guarda fuera de España
- Colegio Santo Ángel de la Guarda de Bogota
- Colegio Santo Ángel de la Guarda de Santa perpetua de la moguda
- Colegio Santo Ángel de la Guarda de Puerto Real
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Venezuela
- Colegio Santo Ángel de la Guarda de Santa perpetua de la moguda
- Colegio Santo Ángel de la Guarda de Puerto Real
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Venezuela
Colegios Santo Ángel de la Guarda en España
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Madrid
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Sevilla
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Huelva
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Almendralejo
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Vallecas
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Carabanchel
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Sevilla
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Huelva
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Almendralejo
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Vallecas
-Colegio Santo Ángel de la Guarda de Carabanchel
Santo Ángel de la Guarda
Los fundadores del colegio santo ángel de la guarda fueron :
Madre San Pascual
Lavrilioux :
Desde muy joven consagra su vida al Señor en la Instrucción Cristiana de Saint Gildas de Bois -La Bretaña-, para pasar, junto con Ormières, a ser Fundado-ra de la Congregación de Soeurs de l’ Ange Gardien o Hermanas del Ángel de la Guarda . Juliana Josefa María Lavrilioux nació en Josselín -cabeza de partido del cantón de Morbihan- el 4 de enero de 1809. El deseo de no vivir la gracia de Dios en vano impulsó a Juliana Mª, Madre San Pascual, a salir camino de Quillán. Junto con el Padre Ormières, en este pueblecito del sur de Francia, comienza una pequeña escuela para niños pobres.
Su presencia entre las Hermanas fue un don.
Padre Luis Antonio Ormiéres: Luis Antonio Ormières fue un sacerdote cuyo perfil espiritual emerge desde la experiencia de una Gracia que siempre es eclesial. Fue esa la elección que Dios hizo para él. Entender la propia existencia como un don, cuya dimensión está marcada por los dones que los demás reciben. Por eso supo comprender que todo era manifestación del Espíritu para provecho común, creación de Dios, que obra todo en todo. El padre Ormières, preocupado desde hacía mucho tiempo por la falta de buenos maestros para la juventud en los pueblos pequeños, se había consagrado a la enseñanza desde sus primeros años. Quería enseñar sin ruido y con su propia experiencia los medios más adecuados para este fin: extender los beneficios de una buena educación por todos los lugares que no tuvieran recursos suficientes.
Desde muy joven consagra su vida al Señor en la Instrucción Cristiana de Saint Gildas de Bois -La Bretaña-, para pasar, junto con Ormières, a ser Fundado-ra de la Congregación de Soeurs de l’ Ange Gardien o Hermanas del Ángel de la Guarda
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